Margarita Ivonne Sánchez Monroy y Carlos Andrés Tapia Salazar 1-B
Este
tema es interesante ya que San Juan Bautista de La Salle es un claro ejemplo de
autonomía reflexión y de amor hacia los demás en su vida le pasan varias
situaciones donde es difícil seguir adelante y el siempre reflexiona y toma la
mejor opción esto hace que ayude a muchas personas, por lo mismo es muy
querido, el piensa la mayoría de veces que él tiene la culpa de la molestia y
desgracia de la gente y por eso siempre trataba de ayudarla.
Juan
Bautista de La Salle nació en 1651 en Reims, Francia, en una rica familia. Fue
educado como tal; desde pequeño tuvo la idea de ser sacerdote. Al principio su
padre se opuso; pero, finalmente, le dejó y a los quince años se hizo canónigo
de la catedral de Reims, viviendo tranquila y cómodamente.
En este video igual nos relatan la historia de San Juan Bautista.
A los
diecinueve años se traslada a París para comenzar los estudios que le
preparasen para ser sacerdote. En París conoce a los niños pobres abandonados
en la calle y, junto con otros compañeros, comienza a educar a un grupo de
ellos.
Pero a
partir de 1672, tras la muerte de sus padres, tiene que encargarse de sus
hermanos por ser el mayor, a la vez que continúa sus estudios. El mucho tiempo
que tiene que dedicar a estas dos cosas no le permite continuar la atención a
los niños abandonados. Finalmente, en 1678, se ordena sacerdote y celebra su
primera misa en Reims.
Y
sigue con la responsabilidad de atender a sus hermanos y cumplir sus deberes
como canónigo de la Catedral. También en Reims se encuentra con familias pobres
y niños abandonados sin escuela; pero a pesar de que les ayuda con la limosna,
no se acerca a ellos. Sin embargo, una idea ha comenzado a dar vueltas a su
cabeza: Dios le llama simplemente para desarrollar su tarea como sacerdote o
también para educar a los niños pobres y abandonados? La Salle piensa y reza
mucho, intentando buscar su camino; pero no ve claro.
Estando
visitando el convento de las Hermanas del Niño Jesús, aparece Adrián Nyel
enviado por la señora Maillefer, pidiéndole ayuda para abrir una escuela
destinada a los niños pobres y abandonados de Reims. En este encuentro con
Nyel, Juan Bautista comienza a descubrir cuál es el camino que Dios le pide que
siga. Ayudando a Nyel, La Salle tiene el primer contacto con la escuela.

Ante
esta situación, alquila una pequeña y sencilla casa y se va a vivir a ella con
los maestros. Pasado algún tiempo, los maestros acusan a La Salle de que, a
pesar de vivir con ellos, él sigue siendo rico y teniendo mucho dinero. Tras
pensar y rezar mucho, La Salle se da cuenta de que los maestros tienen razón y
toma una decisión muy valiente: repartir todo lo que tiene entre los pobres. De
ese modo será uno como los demás. Y así es como comenzaron a educar a aquellos
niños y jóvenes que mataban las horas en la calle.
Con
todo, esta nueva aventura que ha comenzado La Salle va a durar poco. Los
maestros se cansan de dar escuela y de vivir juntos aceptándose unos a otros, y
le abandonan. A los treinta años Juan Bautista se queda totalmente solo, sin
maestros, e incomprendido por su familia. Pero Dios no le abandona: empiezan a
llegar jóvenes generosos y sinceros que quieren ser maestros. Con éstos
comenzará La Salle a vivir y trabajar de un modo nuevo. En adelante vivirán
juntos en serio y se comprometerán a ser seguidores de Jesús. Se llamarán Hermanos
de las Escuelas Cristianas.
Y así,
casi sin darse cuenta, La Salle va abriendo escuelas a lo largo y ancho de toda
Francia, respondiendo a las llamadas de diferentes personas en distintos
lugares. En unos sitios serán escuelas gratuitas para niños pobres; en otros,
escuelas de oficios para que los jóvenes aprendan un trabajo y puedan encontrar
empleo; en otros, escuelas de maestros para que, aquellos jóvenes que quieran
serlo salgan bien preparados antes de dar clase; y hasta escuelas para
delincuentes, ya que estando en la cárcel no hacían nada y, por lo menos, en la
escuela aprendían algo.
Y
también, casi sin darse cuenta, le fueron viniendo los problemas. Los maestros
calígrafos, que enseñaban a escribir cobrando por ello, empiezan a quedarse sin
alumnos porque los Hermanos no cobraban y enseñaban mejor. Comienzan a molestar
a los Hermanos; entran en sus clases rompiendo y quemando mesas, bancos y todo
lo demás y, finalmente, llevan a juicio a La Salle. A pesar de que Juan
Bautista lo gana, los problemas no terminan: algunos de aquellos jóvenes
generosos y sinceros, que se han hecho Hermanos y a los que La Salle quiere
mucho, lo abandonan e incluso traicionan. Ante todo esto, Juan Bautista piensa
que la culpa de todas las dificultades la tiene él y marcha a Parmenia para
reflexionar y rezar.
Fue
beatificado en 1888 y canonizado el 24 de mayo de 1900 por el Papa León XIII.
Su festividad se celebra el 7 de abril. En 1937 sus reliquias fueron
trasladadas a Roma. El 15 de mayo de 1950, el Papa Pío XII lo declaró Patrono
Universal de todos los Educadores Cristianos.
Una de
las muchas cosas que se pueden aprender de San Juan Bautista De La Salle es no
darse por vencido, luchar sin importar los muchos o lo imponentes que se vean
los problemas, levantarse después de
cada caída y siempre seguir adelante, buscar siempre cumplir tus metas y ayudar
a los demás a cumplirlas.
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